martes, julio 26, 2005

Thornfariis Therath

Thornfariis nació hace 115 años en la infraoscuridad de Cormanzhor. Durante su niñez su comportamiento no revelaba nada excepcional, a excepcion de una enfermiza fascinación por los objetos cortantes. Fuera de esa excentricidad, era obediente y respetuoso. Durante su juventud eligió la carrera militar, pero al no medir mas de un metro sesenta y siete, no podía seguir el camino de las armas, por lo que se hizo espía.
Su hoja de servicios era impecable. Thornfariis llevaba a cabo sus misiones con diabólica precisión sin que jamás se llegara a sospechar de él. Gracias a su impresionante rendimiento operativo, pudo subir escalones en el mundo del espionaje con relativa facilidad. Luego de cinco años de servicio ya estaba realizando misiones en la superficie. Fue durante este período en donde descubrió sobre la vida fuera de la infraoscuridad. Cada vez le costaba mas regresar bajo tierra luego de una misión. Sobre todo apreciaba los árboles, no había de esos en la infraoscuridad y el poder viajar libremente de ciudad en ciudad sin necesidad de notificar a ningún superior sobre sus acciones.
La posibilidad de desertar a la superficie era muy tentadora, pero su sentido del deber era mayor. Debía ser dado de baja del ejército o sería cazado a muerte, además de sufrir la deshonra de ser considerado un desertor.
Una gran oportunidad se le presentó cuando fue elegido como miembro de la comitiva de su rey en la cumbre de las razas en Cormyr. Una vez terminada la cumbre, su rey le pidió que acompañara al grupo de aventureros y ayudara en todo lo posible a recuperar las gemas. Claro que esto era una pantalla, su misión era encontrar la gema faltante y traicionar a los demás para que los drows la tuvieran.
Durante la carrera por la gema faltante, aprendió a detestar a uno de los miembros del grupo, el mago elfo Sajit. Para empezar era un elfo, pero como si esto fuera poco, la incompetencia del mago colmaba la paciencia del minucioso Thornfariis, que, si no hubiera sido porque se encontraba en una misión, hubiera despachado al inútil mago en repetidas ocasiones. Finalmente la misión fue exitosa, y Sajit sería llevado como prisionero para un interrogatorio y probablemente sería asesinado después. Thornfariis fue recompensado pero accedió a cambiar toda su recompensa por la posibilidad de dejar el ejército y vivir en la superficie sin molestias. Sus jefes decidieron acceder a sus peticiones cuando acabara el asunto de las gemas, pero el mayor alivio de Thornfariis consistía en haberse librado del mago para siempre, o eso creía.
Grande fue su sorpresa cuando, en el viaje a Anaurokh, Sajit se unió a la caravana de los drows y no como prisionero, sino como uno de ellos. Como si fuera poco, Thornfariis tuvo que tolerar que lo ubicaran en su carro.
La situación ya era insoportable, pero debía aguantar hasta el final para poder cumplir su objetivo. El problema era que ahora su existencia en la superficie se veía amenazada por algo que el mismo habia provocado. La gema era parte de los elementos necesarios para resucitar a Xorcian. Si Xorcian resucitaba la faz de Faerûn cambiaría para siempre. Esto era lo que le disgustaba al drow, ver que sus planes de vida en la superficie se vieran alterados por el megalómano lich, quien comenzaría una campaña de conquista automática. Por esto esperó que su jefes le dieran la orden de irse y se fue, al oeste....

Motivaciones: Vivir en la superficie tal como la conoció, sin ser esclavo de ningún lich demente ni bajo las leyes de los drows. Y matar a Sajit, sólo por satisfacción personal.

Hobbies: Pasar largos períodos de tiempo en las tabernas jugando a los dardos y tomando cerveza.

miércoles, junio 15, 2005

Lord Sajit Sepp

De niño nada fuera de lo normal se apreciaba en este pequeño elfo solar, jugaba como cualquier otro chico, disfrutaba de la buena música, las artes, y muy especialmente de la magia... por la cual sentía una curiosidad que no conocía limites de ningún tipo. Durante la juventud de Sajit, allá por sus 75 años, alternaba sus días entre libros y los viajes, conociendo gente, lugares, textos arcanos, conoció a oprimidos y poderosos; la curiosidad, el análisis, la aventura lo llevaron a ver quien era el, que es lo que quería, y a que consagraría su vida y su muerte. Solo necesitaba de alguien que lo ayude a llegar a ser todo lo que necesitaba. Así fue dándose un despego por todo lo que antes tenia, familia, amigos, sus bosques natales y hasta sus prejuicios raciales (en gran medida por su alma viajera, aventurera y ambiciosa)...
Fue entonces, en uno de estos viajes, que conoció a un solitario Elfo Solar... en sus avanzados 400 años, su andar andrajoso, introvertido, y digno de desconfianza que, el aun joven Sajit, encontró lo que buscaba, lo que necesitaba para crecer... El hecho merece una reseña...
Fue en viejo almacén, en las afueras de la modesta ciudad de Rocagnon, cuando Sajit pretendía cambiar trabajo por comida; el viejo Elfo entro, presencio el embarazoso momento, y con su habitual mirada a la vez inquisidora y despectiva, al cabo de un instante dijo:
- Hey!... tu- su voz sonaba soberbia y evaluadora.
Sajit volteo, y al verlo, no pudo evitar sentirse avergonzado por lo que estaba haciendo. - ¿que pasa conmigo? - pregunto, a la defensiva.
- Que si quieres alimento y dinero, yo necesito un poco de ayuda... y podrías serme útil.
Sajit miro fijo en los ojos grises, cerrados y arrugados de este viejo elfo... y entendió que era el destino de ambos el que los había encontrado. Conoció así a Ícaris, un reservado mago alquimista y comerciante, la herramienta ideal para aprender mas sobre El Gran Arte Arcano de Faerûn; nunca antes había abrazado tan fuerte a la magia.

Lo que siguió no fue tan placentero como esperaba, mucho trabajo que consideraba inservible, degradante y mal pago. Tampoco Ícaris tuvo todo lo que quería, pues el ya no tan joven Elfo fisgoneaba en sus asuntos todo el tiempo, y no había nada con que parar su hambre de conocimiento. Pero la simbiosis sirvió al viejo mago para tener más tiempo de trabajo, y al joven para tener mas excusas, mas guías para seguir aprendiendo. Fueron 3 años de mutuo beneficio...

Fue a principios de primavera que, habiendo partido Ícaris, Sajit quedo a cargo de todo por unos 15 días, hasta el retorno de su mentor… Estos 15 días se transformaron en 20 y en 30.
Sajit nunca tuvo muy claro que podría ser que lo retuviera tanto, pues, el viejo Ícaris nunca incumplía con sus tiempos, así pues, revisando la casa entera, encontró indicios de donde podría estar su mentor, y hacia allá partió.

Lo que vendría después no era más que el destino que comenzó a abrazarlo 3 años atrás, en aquel viejo almacén.

sábado, mayo 21, 2005

Artemius DeRelik

Nacido en Túrmish en la ciudad de (insertar nombre de ciudad) hace 25 años en una familia que gozaba (y aun lo hace) de relativa comodidad económica. Hijo de Asmodius el prudente, nieto de Artalius el humilde y hermano de Linus el silencioso, Artemius dedicó sus primeros años de vida a instruirse para alguna vez dedicarse a lo que se dedicaban su padre y su abuelo; a servir a Tyr como clérigos de su iglesia. Pasó su infancia como un niño normal a excepción de que su gran tamaño le costó que le hicieran algunas bromas. Bromas que ajusticiaba con algunos golpes de puño propinados con justicia a los bromistas, demostrando en su niñez su vocación por defender los ideales de Tyr. Pero a los 16 años, una revelación hizo que decidiera servir a Tyr no como clérigo sino como paladín. Durante ocho años fue entrenado para tan complicado futuro hasta que por fin, fue ordenado y se le asignó su primer misión. Esta consistía en hallar unos druidas desaparecidos no muy lejos de su ciudad, misión que el joven y en esa época entusiasta Artemius aceptó sin dudar. Pero tras seguir el rastro de los druidas se adentró en una caverna en la que un encuentro con un lich cambió su vida para siempre. El lich no parecía con ganas de matarlo, probablemente por considerarlo demasiado insignificante (bueno viejo, todavía era nivel 1) y en cambio le hizo "una oferta que no podía rechazar". A cambio de algo de equipamiento mágico, Artemius cayó víctima de una especie de maldición. Esta maldición no se hacia patente excepto que inexplicablemente, Artemius sentía el irrefrenable deseo de recobrar el cetro de Xorcian para devolvérselo a este lich. Este era el favor que le debía al lich por no haberlo aplastado como a un gusano. Después de ese episodio, Artemius fue teleportado hacia un desconocido lugar al norte de la costa de la espada donde, tras vagar algunos días, conoció a Djann D’Gann, un elfo explorador que andaba en busca de la forma de rescatar a unos amigos que eran prisioneros de un ignoto, enfrascándose en lo que seria conocido como "La carrera por las tres gemas", misión en la que, no sólo fracasó miserablemente, sino que descubrió que no era el elegido de Shadizar y perdió la fe en si mismo y se volvió amargo e implacable. Por lo menos le sacaron la maldición del lich, pero la cosa casi se le complica. Ahora está atravesando por una etapa de amargura, aliviada quizás por el hecho de que los amigos que tiene ahora son mas confiables que la escoria con la que se juntaba antes y hasta lo resucitaron a pesar del altísimo precio. Claro, el tema es que si la cosa sigue así, no le van a quedar mas amigos porque les están dando rosca a todos.
Motivaciones: Dados los hechos mas recientes, las principales motivaciones de Artemius son matar a Sajit, a Xorcian, a Nomolos, a Xulistra y a cualquier maloso que se interponga entre él y su fin. Por supuesto que piensa realizar todo esto en el nombre del bien y de Tyr ¿o creen que lo hace sólo por la diversión de matar? Su msión es el único motivo por el que se sigue despertando a la mañana y por lo que decidió volver de los dominios de Kelemvor, además de porque sin él sus compañeros estaban en el horno.
Hobbies: A pesar de que el tiempo libre de Artemius se vio reducido a cero desde que se metió en esto, antes era un fanático de los caballos y la cerveza. Como un herrero aficionado, se dedicaba a ornamentar hojas de espadas con diseños alusivos a Tyr.